Algo más de 5.300 personas residentes en Aragón aguardan actualmente a ser valoradas en su grado de discapacidad, tanto física como psíquica, y así poder acceder a ayudas y prestaciones, según los últimos datos facilitados por el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno aragonés. La situación es especialmente problemática en Huesca, donde el centro de atención que lleva a cabo este reconocimiento acumula una demora de hasta un año.
Esta lista de espera supone una mejora considerable si se compara con las más de 11.000 personas que en marzo de 2019 se encontraban en esta situación. El número de aragoneses ‘en capilla’ se ha reducido más de la mitad, un 51,64%, y con una pandemia de por medio. Pero aún hay margen de mejora.
En la provincia de Zaragoza hay actualmente 3.500 personas pendientes de que se les estime su grado de discapacidad, y el retraso medio ronda los ocho meses. Si bien, según la urgencia y situación de los casos, puede oscilar entre los cuatro y los once meses. Hasta un año hay que esperar en Huesca, donde la lista de espera se eleva a 1.620 personas. En Teruel, hay 200 aragoneses pendientes de ser valorados y cinco meses de retraso.
El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) admite el problema y señala que están trabajando en reducir estas dilaciones. Subrayan que todo aquel que requiere una acreditación de su discapacidad para asuntos laborales, formativos o situación de salud se prioriza y "ocupa un lugar preferente" para que este trámite "no suponga un menoscabo en su situación o en el acceso a un servicio o derecho".