La incertidumbre no sienta bien a las ofertas de empleo. Esta supone una amenaza para el ritmo de contratación. Las empresas de trabajo temporal (ETT) aragonesas empiezan a notar que los interrogantes sobre la evolución de factores como los costes de la energía, que han disparado las facturas de la luz de hogares y empresas; la inflación desbocada o la falta de chips que sigue obligando a parar producciones de forma puntual, van ralentizando las decisiones de las empresas. Ello aunque Aragón se mantiene entre las comunidades con menor tasa de paro, el 8,96%, frente al 12,48% de media en España, a la espera de los datos de desempleo de septiembre, un mes tradicionalmente malo porque terminan los contratos de verano. En la Comunidad había 58.240 personas inscritas en las oficinas del Inaem en agosto.
"El mercado de trabajo no está más parado que el año pasado, pero sí que es cierto que tenemos un entorno de más incertidumbre, lo que quiere decir que las empresas están tomando medidas con bastante prudencia. Están a la expectativa, pensando 'a ver qué pasa'", reconoce Herminia Lombarte, directora regional de Adecco en Aragón. "Las empresas están sufriendo el incremento de los costes de producción", añade. En estos últimos meses del año buena parte del empleo que se cree irá ligado a las campañas de las Fiestas del Pilar, Black Friday y Navidades.
"Complejo" hacer previsiones
La coyuntura negativa no ha alterado la marcha de las campañas, creadoras de empleo temporal, como ocurrió durante la pandemia de covid-19, ya que los cierres perimetrales y las restricciones sanitarias que impedían las celebraciones trastocaron los planes de la hostelería y el comercio, dos de los sectores con más actividad en estas campañas. "Las campañas en principio están ahí, como la de los Pilares, que además estos se esperan con bastante movimiento en contrataciones", apunta Lombarte. Incluso cuenta con que se cree un poco más de empleo en la hostelería. "En ese sentido hemos vuelto a lo anterior de la pandemia, pero en el resto del mercado laboral es bastante complejo hacer previsiones", confiesa Lombarte. Las demandas de las empresas llegan a última hora y muy ajustadas.
"Cada sector tiene sus particularidades y se ve afectado en mayor o menor medida por uno u otro de todos los elementos que afectan a la economía. Es cierto que, por lo que nos trasladan nuestros clientes, es notable el efecto que tiene el incremento en el precio en las materias primas", señala Enrique Oliver, Regional Talent Manager de Manpower. Incluso afirma que alguna empresa "está sufriendo la cancelación de pedidos por el aumento en el coste de los materiales". Apunta a un "elemento transversal" que afecta a todos los sectores. "La incertidumbre desincentiva la contratación".
Las empresas, sobre todo, las pequeñas se vuelven más cautelosas a la hora de contratar. Las que pueden hacerlo. "Esa situación internacional afecta en la toma de decisión para atreverte a contratar", reconoce María Jesús Lorente, presidenta de Cepyme Aragón. Confiesa que en contexto de datos negativos como el actual resulta difícil "hacer previsiones".
"Como venimos diciendo desde la vuelta de las vacaciones, va a ser un otoño complicado, no difícil, porque esto va por sectores y actividades. No todo el mundo está en la misma situación", apunta la portavoz de las pymes aragonesas. La incertidumbre "mina la confianza, sobre todo, de las pequeñas y medianas empresas". También las grandes se resienten del aumento de costes, como apuntó la patronal CEOE Aragón en su valoración sobre el último dato de paro, el de agosto, pese a ser positivo. "Las dificultades para la actividad empresarial con los altos costes principalmente energéticos son un alto riesgo para el empleo, que lastran su recuperación", alertó la patronal que preside Miguel Marzo.
"Seguimos haciendo frente a la falta de suministros, que ya va mejorando pero en algunas actividades todavía hay algún cuello de botella; estamos con tarifas energéticas que desbordan las facturas de la luz en los pequeños comercios y empresas y luna inflación del 10% que hace que se tambalee todo", detalla Lorente sobre los costes que azotan a las compañías, al igual que a las familias. A ello se une la etapa de subidas de los tipos de interés, para combatir las de los precios, que supone que "los créditos se han encarecido para la empresas, igual que todo el mundo ve que la hipoteca si la tenía variable va a subir".
Pérdida de poder adquisitivo
En Aragón hay 58.240 personas en busca de un trabajo, inscritas en las oficinas del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), según los datos de paro de agosto. se mantiene como una de las comunidades con una tasa de paro más baja, un 8,96%, frente al 12,48% de media. La tasa es superior en el caso de las mujeres, colectivo entre el que se eleva al 10,83%, frente al 7,25% de los hombres. Por edades, los jóvenes (menores de 25 años) siguen teniendo más complicado encontrar un empleo, con una tasa del 27,4%, un punto por debajo de la media.
Pese a las buenas cifras de paro, desde las empresas mantienen posiciones conservadoras. "En Aragón, aunque es cierto que estamos en cifras de paro anteriores a la pandemia y en algún sector estamos hablando de pleno empleo, puede haber una ralentización", advierte Lorente.
Los sindicatos piden huir del pesimismo y se agarran a los buenos niveles de paro, aunque son conscientes de que históricamente las cifras de creación de empleo de los próximos meses serán peores que hasta agosto. "Los próximos datos de paro van a ser muy malos porque septiembre, octubre y noviembre son meses en los que se pierde empleo", recuerda Carmelo Asensio, responsable de empleo de CC. OO. Aragón. De ahí que Asensio considere que hay que estar "atentos" a los datos de septiembre, que confía en que aunque se ralentice la creación de empleo seguirá "aguantando" y recuerda el buen resultado de los ERTE en la pandemia para sujetar el empleo.