Voluntariado, algo "que engancha porque las personas con discapacidad nos aportan siendo como son"

sábado, 19 de febrero de 2022

La Fundación DFA efectúa un plan anual de formación en el que se realizan cursos para aprender a cómo manejar #una silla de ruedas o a cómo tratar adecuadamente a los usuarios. La entidad asegura que, sin la labor del voluntariado, no saldría adelante.

BLOG - SIN BARRERAS

por Ana Esteban

SIN BARRERAS

Voluntariado, algo "que engancha porque las personas con discapacidad nos aportan siendo como son"

La Fundación DFA efectúa un plan anual de formación en el que se realizan cursos para aprender a cómo manejar #una silla de ruedas o a cómo tratar adecuadamente a los usuarios. La entidad asegura que, sin la labor del voluntariado, las actividades no podrían salir adelante y que, actualmente, hay escasez de voluntarios, acrecentada por la pandemia.

Una voluntaria de Fundación DFA acompaña a un usuario de la residencia Josemi Monserrate.
Una voluntaria de Fundación DFA acompaña a un usuario de la residencia Josemi Monserrate.
DFA

"Es importantísimo. Para nosotros, son una extensión de nuestras manos y una ayuda. Para las personas con discapacidad, son un apoyo imprescindible". Así define Patricia Gascón, responsable del departamento de ocio y tiempo libre de la Fundación de Discapacitados físicos de Aragón (DFA), la labor y el impacto que tienen los voluntarios de las entidades que trabajan con personas con discapacidad.

Pero, ¿cómo se forma a alguien que va a tratar con personas con discapacidad?, ¿es importante? Tal y como explica Gascón, este proceso no dista mucho de formar en cualquier otra materia. "En DFA hacemos un plan de formación anual. Primero explicamos cómo trabaja la fundación, para que el voluntariado conozca la entidad. Después, según sus intereses, experiencia previa o necesidades de los usuarios, hacemos una formación práctica", explica la responsable del voluntariado de la DFA. En estos cursos, aprenden a cómo manejar una silla de ruedas, cómo tratar adecuadamente a las personas con discapacidad, el lenguaje inclusivo, cómo deben ser nombrados, etcétera. "Son cosas que alguien que no ha tratado nunca con personas con discapacidad no tiene por qué saberlas", añade Patricia Gascón.

Se trata de una formación continua, por lo que el voluntariado puede sugerir qué quiere aprender -en función de sus necesidades- o bien presentarse a los cursos que la propia fundación propone. "A mitad de año hacemos una evaluación para mejorar algunos puntos específicos, aunque el 'feedback' es continuo".

Yinkana de sensibilización en los actos del Día Mundial del Consumitor de 2018 en Puerto Venecia.
Yinkana de sensibilización en los actos del Día Mundial del Consumitor de 2018 en Puerto Venecia.
DFA

Para las entidades, la labor del voluntariado es "importantísima", ya que permite que todas las actividades salgan adelante. "En ocio, por ejemplo, somos solo cuatro trabajadores para más de 80 personas con discapacidad. Sin la ayuda de los voluntarios y voluntarias, sería imposible", asevera Gascón. Por eso mismo, entrenar a estas personas y darles las herramientas necesarias es fundamental para "solventar cualquier tipo de situación que se les pueda presentar", añade.

Además, el impacto que los voluntarios tienen en las personas con discapacidad es muy grande. "Son un apoyo. Por ejemplo, alguien necesita una ayuda puntual para moverse con la silla de ruedas para acceder a algún sitio, o para cualquier actividad de la vida diaria. Confían muchísimo en el voluntariado", asegura Gascón.

La zaragozana Ana Vicente Esteban, de 48 años, lleva dos décadas ligada al voluntariado. "Un amigo tuvo un accidente de coche y se quedó en silla de ruedas. Vivía en un pueblecito de Huesca y vino a Zaragoza a Fundación DFA a dar un taller de cestería. Me acerqué y, como echaba una mano a uno y a otro a la hora de hacer las cestas, pensé: ‘No me importa continuar haciendo esto’, y así hasta hoy", indica Esteban. Al comienzo de su andadura, no recibió formación porque no sabía si iba a continuar, pero pronto comenzó a apuntarse a los cursos y actividades. "Los voluntarios aportamos que puedan salir adelante los talleres, las visitas guiadas, los viajes... Pero los usuarios y usuarias nos aportan muchísimo más que nosotros a ellos, simplemente siendo como son", concluye la zaragozana.

Tan solo se necesitan unas horas en compañía de los usuarios para que te entre el gusanillo de querer ser voluntario. "Se lo recomendaría a todo el mundo. Lo fundamental sería que acudieran a un viaje, 24 horas con ellos. Eso engancha y después te quedas y empiezas a hacer talleres y no quieres irte. Es fundamental hacer un voluntariado", atestigua Vicente.

Escasez de voluntarios

Gracias a todo el trabajo del voluntariado, se pueden llevar a cabo las actividades, por eso son imprescindibles para las entidades. Sin embargo, desde la Fundación DFA indican que "tenemos escasez de voluntarios. Tiene que entrar siempre gente nueva, porque hay voluntarios que cada vez vienen menos por circunstancias personales. Necesitamos ese cambio porque a los usuarios les viene muy bien ya que son experiencias nuevas".

La pandemia también ha hecho mella en esta circunstancia, ya que "muchas personas se han desvinculado o han dejado de participar por miedo a contagiarse o a contagiar", resume Patricia Gascón, y, por eso, quiere animar a la gente joven a "incorporar el voluntariado en su día a día".


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