El dinero de partida con el que se inicia un emprendedor en España varía, pero el capital semilla más frecuente es de 3.000 euros. Lo que refleja la escasa envergadura de las iniciativas, aunque, al mismo tiempo, facilita su financiación.
Por sectores, el sector servicios es el que más atrae a los nuevos empresarios. Aragón tiene menos emprendedores potenciales y recientes, sin embargo, la tasa de empresas consolidadas es superior a la media española.
Andrés Campos es un reciente emprendedor aragonés. De su pasatiempo, imprimir pendientes, anillos y otros complementos en 3D, ha creado un negocio. Un camino que no ha sido fácil, cuenta: "Emprender fue complicado porque, además del desembolso económico y del riesgo que supone emprender, la falta de información y la falta de ayudas es mucha".
Hay quien opta por emprender, pero con un fin social. Es el caso de Daniel Suso, que decidió crear una entidad sin ánimo de lucro para que en su vivero tuvieran una primera experiencia laboral muchas personas con trastorno del espectro autista. "Está superando todas las expectativas, porque la capacidad de responsabilidad y de esfuerzo de la mayoría nos está sorprendiendo", apunta.
Ellos son síntoma del repunte de creación de nuevas empresas, tanto a nivel nacional como autonómico. A pesar de que en Aragón surgen menos, los negocios que nacen, por estadística, tienen más posibilidades de afianzarse.
"El emprendimiento en la Comunidad es algo más bajo que en la media nacional. Sin embargo, el volumen de empresas consolidadas ,es decir, aquellas que tienen más de tres años y medio, normalmente está por encima de la media nacional y el número de cierres es inferior", señala Lucio Fuentelsaz, catedrático de Organización de Empresas.
Una situación que aún podría mejorar más, señalan algunos expertos, si se fomentara el espíritu emprendedor en los jóvenes y se agilizaran muchos trámites burocráticos.