La economía aragonesa crece por encima de la media española. En el segundo trimestre del año ese crecimiento fue del 3,4% y se refleja en el aumento del consumo, las exportaciones y, sobre todo, el sector de la construcción. Son datos del Consejo Económico y Social de Aragón, CESA, que ha presentado su informe este martes.
En este contexto analizan también la magnitud y productividad de las empresas aragonesas. Subrayan que para ser más competitivas deberían ser más grandes. En Aragón, el 95% de las empresas tiene menos de 10 trabajadores, por lo que la presidenta de Economía del CESA, Ana Yetano, plantea algunas medidas: "Estas acciones pueden llevarse a través del crecimiento, la concentración y la colaboración. Creemos que son necesarios incentivos fiscales, ayudas a la formación y la digitalización".
Otro de los problemas que afronta Aragón, según apuntan los empresarios, es la necesidad de ajustar el perfil de los desempleados a sus necesidades de trabajo. La presidenta de Cepyme, María Jesús Lorente, propone "poner en marcha un plan estratégico en formación, educación y reciclaje para capacitar a las personas".
También habría que orientar a los más jóvenes, según defienden los sindicatos, hacia los empleos que generarán los proyectos empresariales futuros: "No es algo que solucione el problema para mañana, pero sí dentro de dos o cuatro años. Estamos a tiempo porque todos los proyectos tienen un recorrido", ha apuntado José Juan Arcéiz, secretario general de UGT.
El Consejo Económico y Social de Aragón también apunta a la necesidad de mejorar las ayudas a los colectivos más desfavorecidos, como ha reivindicado Juan García Blasco, presidente del CESA: "Porque son elementos de justicia social para los menos favorecidos, pero también porque generan actividad económica y un gran retorno social".
Otro propuesta del CESA es la ampliación del número de viviendas en el ámbito rural para facilitar la llegada de trabajadores.