A la Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad Intelectual-Uavdi Aragón de Atades han llegado en lo que va de año 56 casos de abusos sexuales, físicos, psicológicos o económicos a personas de este colectivo, de las que un 60% son mujeres. Esta cifra supone un 30% más que en 2020, año en el que también aumentaron las denuncias que llegaron a este servicio en comparación con 2019. "No es necesariamente que haya más violencia contra estas personas, sino que gracias a la información y a la sensibilización social estamos llegando a más número de esas víctimas que siguen siendo todavía un colectivo muy invisibilizado", ha alertado la responsable de la Uavdi y coordinadora del área de protección, Victoria Ledesma. Desde que la unidad se puso en marcha en 2015 por ella han pasado 230 personas con discapacidad.
Estos son algunos de los datos que se han dado a conocer este lunes con motivo de la reunión interprofesional anual celebrada en la Delegación del Gobierno, presidida por la delegada en Aragón, Rosa Serrano, y el vicepresidente de Atades, Antonio Rodríguez Cosme. Además, en el encuentgro se han dado cita representantes de las instituciones, entidades y colegios profesionales que trabajan de manera coordinada para prevenir y atender este tipo de situaciones.
De los 56 casos que han llegado a la unidad de Atades, 18 han requerido acompañamiento con psicólogo facilitador y 24, intervención psicológica. Ledesma ha destacado que gracias a la "información" y la "sensibilización social" se está llegando a muchas de estas víctimas que permanecían ocultas y a veces carecen de herramientas para reconocer lo que les ocurre y denunciar. Entre otras causas, ha señalado que adolecen de "falta de educación afectivo sexual para poder identificar que lo que les ocurre es una situación delictiva". En otras ocasiones, los abusadores son "personas muy próximas y es difícil que puedan verbalizar o acusarlas de lo que les está ocurriendo porque en gran medida dependen de ellas o están en el propio domicilio".
La responsable de la Uavdi ha llamado la atención sobre la importancia de contar con plazas de emergencia específicas para este colectivo, un "espacio seguro" pensado para que las víctimas puedan estar en un entorno distinto al habitual en el que sufre el abuso. Atades proporciona estas estancias en las que también se cuenta con un equipo interdisciplinar, con psicólogos, terapeutas ocupacionales y cuidadores especializados, que les hacen un seguimiento y ayudab. "Nos parece importante porque hemos llegado a tener víctimas de violencia de género que habían estado en otros servicios para la mujer en general y habían vuelto con su agresor en repetidas veces porque estas víctimas requieren una atención especializada por sus características", ha señalado.
En el último año, la demanda de estas plazas de emergencia ha aumentado un 40%. Desde el nacimiento de la unidad en 2015 se han utilizado 12 de ellas y en la actualidad hay tres personas que las están utilizando. A lo largo de este 2021 se han alojado en ellas cinco víctimas de abuso y en situación grave de riesgo.
Regulariza la figura del facilitador
Una demanda desde la Uavdi y desde Atades es la regularización de la figura del facilitador, un especialista que acompaña a estas víctimas desde el momento en el que se interpone la denuncia y durante todo el proceso judicial. Su papel cada vez es más demandado por parte de los profesionales implicados en estas situaciones. Atades insta a que esta figura sea acotada, se regularice y cuente, en todos los casos en los que deba actuar, con profesionales específicos. A su parecer para ejercerlo se debe exigir que el profesional que aborde estas situaciones muy delicadas, que conllevan un grado de responsabilidad elevado, tenga un alto nivel de cualificación y especialización.
Con el tiempo, el facilitador se irá implantado de manera oficial en las diferentes comunidades autónomas. Por ello, Atades ve necesario que las personas encargadas de regularizar al respecto se apoyen en los profesionales especializados que llevan trabajando, desde hace años, en las diferentes unidades implantadas a nivel nacional y autonómico. De no ser así, alertan desde Uavdi Aragón, "se corre el peligro de no exigir unos criterios de formación académica y práctica suficientes, poniendo en riesgo numerosos procesos judiciales y la integridad a nivel de salud mental de multitud de víctimas con discapacidad intelectual".
La figura del facilitar en los casos de abusos a personas con discapacidad intelectual tiene como objetivos garantizar el acceso a la justicia de la persona vulnerable; ofrecer los apoyos para decidir y enfrentar el proceso; prevenir la revictimización, y garantizar la obtención de la prueba testifical en las mejores condiciones posibles. Las funciones de facilitar son las de preparar a la víctima emocionalmente; evaluar capacidades; diseñar apoyos; obtención de testimonio; realizar la prueba preconstituida; acompañar en los procesos policial y judicial; ejercer de traductor-intérprete; y asesorar en caso de necesitar abogado.