Una nueva vida para Zufrisa: 5,5 millones y 150 empleos para distribuir coliflor y brócoli

martes, 14 de marzo de 2023

El grupo navarro Actiture Organic Vegetables, con presencia en la zona de Calatorao, compra las naves de la extinta fábrica de concentrado para zumos para levantar un centro de distribución de coliflor y brócoli ecológico

Las instalaciones de la emblemática fábrica de zumos Zufrisa en Calatorao, que se vio abocada al cierre en 2021 tras seis décadas de vida por falta de viabilidad, renacerán al cambiar los zumos por la coliflor y el brócoli. El grupo navarro Actiture Organic Vegetables, dedicado a la producción y comercialización de productos hortofrutícolas ecológicos, ha cerrado la compra de las naves al grupo catalán Nufri, el socio mayoritario de Zufrisa cuando se aprobó su disolución a finales de 2021. La empresa invertirá 5,5 millones de euros para generar 50 empleos directos y otros 100 con contratos fijos-discontinuos en un centro de envasado y distribución que empezará a operar, si se cumplen las expectativas, en noviembre de este mismo año.

La filial ecológica del grupo navarro, Actiture.bio, espera distribuir entre 20 y 22 millones de kilos de verduras al año desde las naves ubicadas a los pies de la autovía A-2. La producción tendrá sello aragonés, pues la compañía cuenta con una extensa red de cultivos en localidades como Alfamén, La Almunia de Doña Godina, Salillas de Jalón y otros puntos de la comarca de Valdejalón. El cambio de frutas por verduras supondrá una transformación del mercado laboral de la zona al prolongarse la campaña en la que se trabajan estos vegetales desde noviembre hasta junio.

La operación de compra de las naves se firmó a principios de mes por una cantidad que rondaba los dos millones de euros. Quedan todavía algunos flecos por cerrar, pues el grupo inversor se instalará en una superficie de unos 8.000 metros cuadrados, por lo que habrá naves libres a las que no se les dará utilidad. Nufri y Actiture negocian ahora si Indulleida, empresa propiedad de los catalanes, mandrendrá el punto de recogida de la fruta en las naves de Calatorao.

Zufrisa, dedicada a la producción de zumos, cremogenados y concentrados de frutas desde hace 60 años, detuvo su actividad fabrril en noviembre de 2020, una noticia que cayó como un jarro de agua fría en Valdejalón, donde la empresa llegaba a dar trabajo a más de 50 personas en los momentos álgidos de la campaña. La decisión se justificaba en que el gigante catalán Nufri, el socio mayoritario de la compañía, quería que la planta se destinase únicamente a la recepción de fruta para repartirla desde allí a otras plantas de producción como la que la compañía Indulleida tiene en Lérida.

Fue un año después, en diciembre de 2021, cuando la junta de accionistas de Zufrisa acordó por mayoría la disolución de la sociedad mediante la apertura de un proceso de liquidación. El gigante agrícola Nufri, de capital catalán, había adquirido un alto porcentaje de acciones de Zufrisa hasta convertirse en el socio mayoritario de la compañía, con casi el 60% de las acciones en su poder. Durante los meses posteriores, Nufri acaparó capital para llevar a cabo una liquidación societaria sin recurrir al concurso de acreedores.

Antes de formalizar la disolución de Zufrisa, Nufri había decidido llevarse la actividad fabril de Calatorao a Lérida, deshaciéndose del activo que acababa de adquirir para concentrar la actividad en la provincia catalana. Eso les llevó a ejecutar un despido colectivo de 26 de los 32 trabajadores que quedaban en la planta al haberse paralizado la actividad medio año antes. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) lo declaró nulo y reclamó la readmisión de todos los empleados. La plantilla permaneció en sus puestos hasta mayo de 2021, cuando Nufri tuvo que abonar a los trabajadores cuantías muy superiores por despido improcedente.

Las instalaciones de la antigua Zufrisa eran codiciadas por su estratégica ubicación, al pie de la autovía A-2 que conecta Madrid y Barcelona y muy cerca de Zaragoza. «Las instalaciones son magníficas y estamos encantados de que se pueda recuperar la actividad en las naves. Después del varapalo que fue el cierre de Zufrisa, ver que vuelve a la vida es una gran noticia», comenta a este diario el alcalde de Calatorao, David Felipe, que confía en que se formalice la operación «lo antes posible» para ver en marcha la nueva vida de la fábrica.

El cierre de Zufrisa llegó incluso a las Cortes de Aragón. El Gobierno autonómico había concedido subvenciones desde 2015 por valor de unos 600.000 euros a los propietarios de la sociedad para incentivar la actividad en la fábrica de Calatorao, pero esas ayudas estaban condicionadas a «la permanencia de los bienes y elementos constitutivos de la inversión subvencionable durante al menos cinco años siguientes a la concesión de la ayuda» y a que «el empleo tras la inversión ascendiera a 40 trabajadores con ratios superiores a las iniciales en relación al empleo joven y femenino». Izquierda Unida llevó el asunto al hemiciclo pero no se sacó nada en claro.

Los últimos 127.000 euros de subvención se concedieron en 2018, por lo que la actividad en la fábrica debería haberse mantenido hasta 2023; de lo contrario, las cantidades debían reembolsarse. No hay constancia de que haya sido así.


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