Peones al servicio de la discapacidad

martes, 14 de diciembre de 2021

La Fundación Rey Ardid entregó sus premios anuales a Adunare, Agustín Serrate, Miguel Tena y Panishop.

La Fundación Rey Ardid tenía ganas de volver a celebrar una nueva edición de los Premios Peón. Fue un detalle que se notó este martes en el Salón Rioja del Patio de la Infanta de Ibercaja y que destacó su presidente, Alfonso Vicente, tras recordar que el año pasado no se pudieron entregar los galardones: “Es un día de fiesta, así lo sentimos al reconocer el trabajo por la integración social de personas con discapacidad y en riesgo de exclusión social”.

Este fue el mensaje que centró todas las intervenciones, también la del director de la Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, que ejerció de anfitrión. En el acto hubo una destacada representación institucional, ya que asistieron el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, y la consejera de Sanidad, Sira Repollés.

Al inicio se rindió un homenaje a los jubilados en 2020 y 2021, que recibieron sus peones de plata de manos de la directora general de Rey Ardid, Maite Albajez. También se homenajeó al voluntario Enrique Gros, un reconocimiento que recogió su mujer Teresa Huerva.

“Nos sentimos peones en este tablero social junto al resto de entidades”. Este fue el mensaje de la presidenta del patronato de la Fundación Adunare, Begoña Palomo, que recibió el Peón Impulsor por sus 20 años apoyando a personas con necesidades de inclusión social. “Es muy bonito que una entidad como Rey Ardid, que lleva tanto tiempo en este camino, nos dé una palmadita y un aplauso”, comentó.

Muy cerca estaba Alberto Larraz, presidente de la Fundación Agustín Serrate de Huesca, que recogió el Peón Impulsor. Su mensaje también fue claro al defender la visibilidad de las personas con una enfermedad mental grave, como las 220 a las que atiende esta entidad. “No hay que olvidarse de ellas –dijo–, creando espacios laborales en empresas normalizadas para que se sientan bien y útiles”.

El Premio Humano se fue a Caspe, en concreto, a Miguel Tena, presidente de la asociación Asadicc, que trabaja con personas con discapacidad en el medio rural. Aunque se reseñó que era un reconocimiento a título individual, él se lo dedicó a todo el colectivo.

En su intervención, destacó que en los pueblos las cosas todavía son más difíciles. “Si hace 20 años en Zaragoza se peleaba por hacer accesible el campo de fútbol de La Romareda, nosotros pedíamos la accesibilidad a los centros de salud, que a día de hoy sigue pendiente”. Miguel Tena terminó solicitando más medios porque “cuando los tenemos, somos capaces de hacer las cosas como cualquiera”.

El último galardón –el Premio Rigor– fue para Panishop y lo recogió su director comercial, José Rébola. Se lo entregaron el presidente de las Cortes y Wendy Lindo, que ha participado en programas de empleo y ahora trabaja en Panishop.

Sin duda alguna, el suyo fue el mejor ejemplo de la sinergia que existe entre esta empresa y Rey Ardid. “Tenemos la obligación de devolver a la sociedad parte de lo que recibimos, y colaborar para que las personas con problemas de inclusión tengan un trabajo”, concluyó el galardonado.


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