La Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad (Cadis) de Huesca ha puesto este viernes el broche de oro a su 25 aniversario con la entrega de su premio anual al investigador altoaragonés Carlos López Otín, catedrático de Bioquímica en la Universidad de Oviedo, "por su cercanía y su tutela hacia las personas con discapacidad de nuestra provincia y especialmente con los niños", ha explicado el presidente de la coordinadora, Francisco Ratia.
Y lo ha hecho en el Palacio de Congresos de Huesca con la presencia, entre otras autoridades, del alcalde, Luis Felipe, la consejera de Derechos Sociales, María Victoria Broto, y el diputado responsable de Servicios Sociales, Antonio Biescas.
Usuarios y trabajadores de las asociaciones que forman la coordinadora han recordado los momentos más importantes de estos 25 años y han escuchado atentamente la conferencia 'La vida y sus imperfecciones', Carlos López Otín, quien además ha sido entrevistado por los reporteros de Cadis.
El investigador de Sabiñánigo ha confesado que le resultaba "imposible" definir su gratitud por este premio "por una contribución a algo que para mí es esencial, mejorar la vida de los demás". Y lo ha antepuesto a cualquier galardón científico "porque son un reconocimiento profesional que me parece que sobran todos ya que uno no necesita aplausos ni premios por cumplir uno su obligación", ha afirmado.
López-Otín ha reivindicado que "todos pertenecemos al colectivo de la discapacidad porque todos somos mutantes e imperfectos, si no aún seríamos microbios, y gracias a esas imperfecciones, la vida progresó". Por ello, espera que la sociedad se dé cuenta de esa realidad "y no separe, margine o discrimine a aquellos que considera artificiosamente y arbitrariamente diferentes o con una diversidad funcional que les aleja de muchas oportunidades". Ha señalado, al respecto, que le parece "insoportable" y siempre hea mantenido que toda la investigación que ha desarrollado durante 40 años "solo ha tenido sentido si conduce a un bien social, todo lo demás sobra".
Además de mantener sus dos principales líneas de investigación sobre el cáncer y el envejecimiento, está ultimando un proyecto sobre los mecanismos de infección del coronavirus para tratar de determinar qué genes humanos contribuyen a ello. "Esperemos que pronto dé resultados porque le hemos dedicado muchísimo esfuerzo por responsabilidad social", ha adelantado. Para ello, ha contado con la colaboración de varios alumnos de su laboratorio que se apuntaron cuando pidió voluntarios "y dejaron entre paréntesis su propio trabajo", ha valorado.
Al respecto, ha explicado que se trata de un estudio básico pero muy importante. "Nosotros no podemos hacer ninguna vacuna, eso ya lo han hecho otros, pero sí estudiar las cosas muy básicas, aquello que lleva muchísimo tiempo, que necesita muchísima paciencia y que no tienes ninguna presión por ganar dinero ni por resolver un problema urgente de salud, sino buscar conocimiento", ha subrayado López Otín.
El bioquímico altoaragonés descarta regresar a su tierra para continuar aquí sus investigaciones ya que considera que su tarea principal ahora debe ser ayudar a los jóvenes a encontrar su camino "porque ahora es tiempo para ellos". "Montar otro laboratorio en Aragón para jubilarme no me convence", ha añadido.