Jorge Arbués: "He aprendido que todos somos diferentes"

lunes, 18 de enero de 2021

Pedagogo y responsable de Nuevas Tecnologías en la Asociación Down Huesca, elabora materiales educativos para profesores, familias y alumnos, y aboga por construir una escuela inclusiva de calidad.

Jorge Arbués (Huesca, 1977) está empeñado en terminar con los prejuicios que encasillan a las personas en un corsé que impide conocerlas realmente.

¿Dónde estudiaste?

Hasta los 14 años en los Salesianos de Huesca. En el Ramón y Cajal hice el bachillerato y el COU. En la Universidad de Zaragoza cursé Magisterio. Para complementar mis estudios de educación me licencié en Filosofía y Ciencias de la Educación con la especialidad de Orientación Escolar en la UNED.

¿Por qué decidiste ser maestro?

Siempre pensé que sería maestro de Educación Física por mi relación con el deporte. Luego las circunstancias me llevaron a estudiar Magisterio por Educación Infantil. Así comencé a formarme como maestro-educador.

Experiencia laboral, destinos…

Hasta que me incorporé a la Asociación Down Huesca, fui monitor de baloncesto, de natación, socorrista, coordinador y monitor de colonias de verano. Desde hace cinco años soy profesor asociado en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, utilizando toda mi experiencia y aportando mi granito de arena en la formación de futuros profesores.

"La inclusión implica que todos estén presentes, participen y se desarrollen sin ninguna discriminación"

¿Cuándo se constituyó la Asociación Down de Huesca y cuándo empezaste a trabajar en ella?

Fue creada en 1991 y comencé a trabajar en octubre de 2008. Había una vacante en el puesto de Nuevas Tecnologías Educativas. Tenía relación con la entidad porque atendía a diferentes grupos de la asociación en cursillos de natación.

¿Cuáles son los objetivos de la asociación?

El objetivo principal es mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual que no pertenecen a una asociación específica y de sus familias, ofreciendo una respuesta personalizada, profesional, eficiente y continua a lo largo de toda su trayectoria vital.

¿Cuántos profesionales de la educación trabajáis? ¿A cuántos personas atendéis?

Somos 23. Entre ellos estamos pedagogos, psicólogos, logopedas, fisioterapeutas, maestros y una profesora de música. Nuestro ámbito de actuación es toda la provincia. En colaboración con Atención Temprana–Huesca UTE atendemos a un centenar de niños de entre 0 y 6 años y a sus familias; entre 6 y 21 años hay 86 jóvenes y sus familias que reciben atención por parte de Down Huesca.

¿En qué consiste tu trabajo?

La labor es multidisciplinar y está dirigida a dar respuesta a las necesidades de las personas. En el área educativa complementamos la educación de los colegios e institutos, donde cursan sus estudios, con programas de desarrollo integral basados en la autonomía y la vida independiente.

Esto exigirá una coordinación muy estrecha en muchos ámbitos…

Nos coordinamos con la Administración educativa y los centros escolares para intercambiar información y formación. El objetivo es construir una escuela inclusiva de calidad. Elaboramos materiales educativos para el profesorado, las familias y los alumnos a través del trabajo cooperativo en la Red Nacional de Educación Inclusiva de Down España.

"Con los apoyos necesarios, muchos jóvenes tienen gran autonomía"

Tú eres especialista en TICs…

Sí, realizo sesiones en pequeño grupo utilizando ordenadores y tablets, trabajando el desarrollo cognitivo, la educación emocional y las necesidades que nos plantean los centros o las familias. En este contexto de pandemia la formación ‘online’ la estamos desarrollando poco a poco. También colaboro en proyectos de innovación educativa trabajando en red con instituciones como la Universidad de Zaragoza, Down España, centros escolares, Administración educativa, ayuntamientos, bibliotecas y otras entidades sociales y culturales como Campus de oportunidades para la inclusión, H@z Tic, Conócete y participa.

Cuidáis especialmente la educación no formal…

Así es. En el programa de ocio, deporte, tiempo libre y voluntariado desarrollamos actividades de fin de semana, campamentos... Es necesario destacar los campos de trabajo con el Instituto Aragonés de la Juventud y los proyectos europeos Erasmus+, tanto de movilidad juvenil como de relación entre asociaciones.

¿La Asociación participa en el proyecto ‘Los Bandidos de la Hoya’?

Sí. Down Huesca fue pionera en esta iniciativa. Ahora el equipo lo integran asociaciones agrupadas en la Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad (CADIS) de Huesca. ‘Los Bandidos de la Hoya’ es un programa de radio realizado desde 2005 por personas con discapacidad. Se reúnen semanalmente para preparar los temas y las secciones, y cada 15 días en directo, desde el Centro Cultural Manuel Benito, Los Bandidos de la Hoya ‘Te robarán el corazón’. Es una de las muchas actividades que se realizan para dar el protagonismo que se merecen las personas con discapacidad.

¿Algunos adultos de los que han pasado por la Asociación viven autónomamente?

Hay muchos jóvenes que con la oportunidad y los apoyos necesarios tienen gran autonomía. Son muy importantes los dos conceptos anteriores, oportunidades y apoyos necesarios. La meta es la inclusión que implica que las personas estén presentes, participen y se desarrollen en todos los contextos de la comunidad sin ninguna discriminación, ya que es un derecho de todos, reconocido en por la ONU en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006.

"Nuestro objetivo es llegar a construir una escuela inclusiva de calidad"

¿Cuáles son los ejes que vertebran vuestra actuación?

La vida independiente, la participación en la comunidad, el desarrollo profesional y la educación a lo largo de la vida, junto con un concepto que es la autodeterminación. Gracias al programa de vida independiente los adultos, con un apoyo en relación a sus necesidades, desarrollan una experiencia vital junto a compañeros y amigos, en pisos o con sus familias con la mayor autonomía posible. En el área laboral tenemos una formación postsecundaria en carpintería y artesanía, un centro ocupacional, un centro especial de empleo y un gran grupo de personas que están trabajando en el empleo ordinario. La participación en el contexto próximo es fácil de ejercer porque la ciudad de Huesca nos brinda oportunidades que no dejamos pasar. De igual modo, la educación permanente se puede desarrollar gracias a proyectos con la Universidad de Zaragoza y otras instituciones públicas y privadas que hacen gala de su responsabilidad con la sociedad.

¿En qué proyectos concretos estáis trabajando?

Los más punteros son el Campus de oportunidades para la inclusión –formación inclusiva en la universidad–; la Escuela de vida independiente La Sabina, en el albergue de Fonz, y la empresa Deleita Inclusión, para la promoción laboral en torno a la fabricación de croquetas y la explotación de una cafetería-centro social.

Qué has aprendido en estos años…

He aprendido que todos somos diferentes, que cada uno tenemos unas necesidades y es el entorno el que tiene que cambiar para que todos podamos participar y progresar con igualdad de oportunidades.

Jorge Arbués, ante la sede de la Asociación Down Huesca
Jorge Arbués, ante la sede de la Asociación Down HuescaRafael Gobantes

Tres décadas prodigiosas

La Asociación Down de Huesca comenzó su actividad hace 30 años. Aunque todavía tenemos tareas pendientes, no es descabellado afirmar que en las tres últimas décadas hemos avanzado más en la atención a las personas con discapacidad que en el resto de la historia de la humanidad. Estas conquistas sociales están relacionadas con el respeto a la diversidad, con la protección a los más vulnerables, con la defensa de la dignidad del ser humano, con los principios de normalización, de integración y con el propósito de construir una escuela abierta a todos y una sociedad más justa.

Este trecho lo hemos recorrido, en gran parte, gracias a la labor de las madres y padres, de las familias que, adelantándose a la legislación, han trabajado para que sus hijos gozaran de más oportunidades. Hemos avanzado mucho desde 1991, cuando la Asociación Down Huesca se inscribió en el registro provincial de asociaciones. Conviene recordar que hace 40 o 50 años las personas con discapacidad eran consideradas sujetos escasamente educables. Un discapacitado era alguien a quien había que mantener lejos de la mirada de la sociedad. Además, se creía que bastaba con satisfacer sus necesidades físicas, higiénicas y sanitarias. Frente a esta injusta resignación, muchos padres valientes lucharon en solitario por los derechos de sus hijos, por su futuro y su presente. Luego se reunieron en asociaciones como Down Huesca donde encontraron solidaridad y fuerza para afrontar las dificultades. También ha habido en este tiempo muchos maestros comprometidos con quienes más necesitan una atención educativa de calidad, que abrieron sus aulas y dedicaron su ilusión a quienes tenían más dificultades para aprender. Juntos, educadores y familias, defendieron que todas las personas tienen derecho a la educación y a la felicidad, a disfrutar de todo lo que la vida pone a nuestro alcance. Tenemos la obligación de darles a todos la oportunidad de ejercer estos derechos, con los apoyos necesarios, para que su vida, desarrollo, autonomía personal y laboral sea lo más plena posible.

 Víctor Juan. Director del Museo Pedagógico de Aragón y profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de la Universidad de Zaragoza


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